El pulsómetro es un utensilio
que controla la actividad del corazón a través de la Frecuencia Cardíaca.
Éste se compone por un “reloj-cronómetro” en el cual se registran también las
pulsaciones/minuto del corazón y por un sensor que se sitúa a la altura del
corazón mediante una cinta abrazada al tronco. El sensor debe situarse a la
altura del esternón, con la zona de contacto con el cuerpo humedecida para una mejor
recepción de la señal eléctrica que emite el corazón.
Los valores de referencia para
la frecuencia cardíaca en reposo. Si nos encontramos con unas pulsaciones entre
60 y 90 pulsaciones/minutos, estamos dentro de los valores normales. No
obstante, aquí aparecen dos conceptos; la taquicardia y la bradicarcdia. Hablamos
de taquicardia cuando el sujeto tiene en reposo más de 100 pulsaciones/minuto. Por
el contrario, hablamos de bradicardia cuando el sujeto tiene menos de 60
pulsaciones por minuto.
Para calcular la frecuencia
cardíaca máxima podemos usar la fórmula sencilla de 220-edad.
A continuación se muestra la fórmula
de Karvonen. Esta fórmula sirve para calcular el % intensidad de trabajo.
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Finalmente
procedo a explicar las diferentes zonas de trabajo y que capacidad estaríamos
trabajando en cada una de ellas.
ZONA
100: El trabajo a la máxima intensidad no aporta ninguna mejora respecto al
trabajo a otras intensidades submáximas.
ZONA 85-95: Mejora
de la capacidad aeróbica y anaeróbica glucolítica y tolerancia al Ácido láctico.
Es un trabajo de resistencia a la velocidad, y que por ejemplo, tras una sucesión
de diversos contra-ataques nos permitirá seguir realizándolos al máximo.
ZONA 75-85: Capacidad aeróbica, desplazamiento del
Umbral Anaeróbico, capilarización y cercano al 85% tolerancia al lactato en
menor medida que en la zona 85-95. Respecto a los partidos nos permitirá una
mayor resistencia a esfuerzos más prolongados y dinámicos a intensidad
moderada-alta. En un partido de baloncesto podrá ayudarnos a mantener el nivel
de activación constante durante todo un cuarto y responder de modo dinámico sin
haber acumulado excesiva fatiga en nuestro organismo.
ZONA 60-75: Entre las mejoras, mayor utilización
de las grasas, fortalecimiento del corazón en menor medida. Está relacionado
con la resistencia de duración prolongada. Podemos relacionar esta zona con el
trabajo para aguantar rindiendo al máximo nivel durante los cuatro cuartos en
baloncesto, o también durante los 90 minutos en fútbol.
ZONA 45-60 y 20-40: No existe transferencia directa con deportes como baloncesto o fútbol. Sin embargo, podemos utilizarla para sesiones de recuperación, en el día posterior a un encuentro (zona 45-60). Además, podemos utilizarla para realizar una activación del organismo por la mañana cuando el encuentro sea por la tarde (zona 20-40).
Con esta entrada del blog despido el año 2013, muchas gracias a tod@s por vuestra lectura y visitas. Sólo queda desearos una feliz salida y entrada de año. Espero que el 2014 venga lleno de salud y trabajo para todos.