Hace unos días vi un anuncio de televisión donde un empresario decía; no me traigas al que saque dieces en los estudios, tráeme a esa persona que realmente tenga más ganas de aprender y trabajar. Esto puede suceder en el mundo del deporte. Basándome en el libro “Mi filosofía del triunfo” Michael Jordan, hoy quiero rescatar algunas reflexiones acerca del compromiso.
EL COMPROMISO CON MIS METAS DETERMINA CADA ACTO (Michael Jordan).
El que es considerado el mejor jugador de baloncesto de
todos los tiempos, explica que tenía muchas ganas de triunfar en el deporte.
Ese afán de triunfo, le llevo a ir a North Carolina, porque muchos jugadores de
su entrenador Dean Smith, eran seleccionados por los equipos NBA, de no haber
tenido ganas de triunfar y compromiso para alcanzar el éxito hubiese ido a otra
universidad cualquiera.
No se deben realizar las cosas creyendo a medias, si las
realizas de este modo solo vas a obtener resultados mediocres. Afirma que se
concentraba tanto en los entrenamientos como en los partidos. El pensamiento
del jugador siempre era que si trabajaba duro, los resultados llegarían tarde o
temprano.
Muchas personas, trabajan de este modo, dando el máximo de
sí mismo, pero no todos triunfan y algunos se quedan a medias, eso puede ser
debido a que cuando llegan las horas de la verdad, casi todos se esconden
buscando razones y no respuestas.
El jugador destaca dos tipos de excusas. “Si tan solo me
diera la oportunidad” ó “Si le agradara más al entrenador, maestro o jefe haría
esto o lo otro”.
La vida es así; esfuerzo y sacrificio, y estar comprometido
lleva implícito aceptar responsabilidades. Siempre en el camino hacia una meta,
va a encontrar obstáculos, pero no le dé la espalda, y busque el modo de
escalarlo para saltarlo y seguir hacia delante.
EXPERIENCIA PERSONAL DE JORDAN.
El jugador afirma que el primer año de universidad fue el
mejor de su carrera estudiantil. A raíz de aquí nacieron multitud de esperanzas
y Michael trato de basar su vida en estas esperanzas. El jugador vivía en base
a las esperanzas que otros depositaban en él, en lugar de recorrer su propio
camino. Confiesa que buscaba el momento de una jugada espectacular o hacía
trampa en la defensa para hacer rompimientos. El entrenador un día lo reunió y
le enseñó dos films; el primero era de su año de novato al principio y el
segundo; de cuando comenzaba la
siguiente temporada. El jugador descubrió que era totalmente distinto, estaba
buscando atajos y caminos fáciles, en realidad mantenía el deseo y las ganas
pero estaba perdiendo la concentración.
Como reflexión final, cada persona debe ajustarse a su
propio proyecto. Muchas personas van a intentar hundirlo, pero muy pocos logran
algo de valor tomando el camino fácil. La mayor parte de las personas obtiene
sus metas por medios honestos, planteándose sub-metas y comprometiéndose para
alcanzarlas. Y tu ¿Qué camino vas a escoger?
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