El entrenamiento es cualquier preparación o adiestramiento con el propósito de mejorar el rendimiento físico o intelectual. En el apartado del deporte, el entrenamiento implica una preparación física,
técnica y psicológica para el desarrollo máximo de las capacidades del
deportista.
Al igual que todo
proceso, debe cumplir una serie de requisitos o principios, para conseguir la
mayor eficacia posible. Estos los veremos y detallaremos a continuación de modo
más específico.
Principio de Sobrecarga: El entrenamiento deberá producir
un estímulo en nuestro organismo, lo suficientemente intenso, por encima del
que producen las actividades regulares de la vida cotidiana.
Principio de progresión:
Una vez que nuestro organismo se adapta a ese estímulo, será necesario
modificarlo y aumentarlo con el fin de continuar nuestra mejora. Si lo
mantenemos, nuestros músculos se adaptarán al nivel de ejercicio solicitado y
se mantendrán nuestros niveles.
Principio de especificidad:
El entrenamiento deberá ser específico para los grupos
musculares más
utilizados, con transferencia directa a tareas de la vida cotidiana.
Principio de Individualidad.
Las adaptaciones producidas serán diferentes entre las personas y vendrán
determinadas por su nivel de entrenamiento previo y edad.
Principio de desentrenamiento
o
reversibilidad:
Cuando una persona deja de entrenarse, se producirá la regresión de las
adaptaciones conseguidas.
Estos son los
principios que debemos tener en cuenta a la hora de realizar actividad física.
Por ello es fundamental, estar aconsejados o estar en manos de un profesional
de la actividad física, para que nos guíe en nuestro entrenamiento.
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