Uno de los objetivos del entrenamiento es “establecer relaciones directas entrenador-grupo deportivo, para que la comunicación sea directa y conozca todos los problemas que puedan surgir en este ámbito”
En alguna que otra ocasión por no decir la mayoría de las
veces, sucede que un club cambia de entrenador y éste trae a todo su cuerpo técnico.
Esto sucede por ese objetivo, porque son gente de su confianza con los que
existe una comunicación directa y efectiva. Cuando José Mourinho llegó al Real
Madrid trajo a Rui Faria de preparador físico, y en una rueda de prensa dijo
que ellos eran una familia.
La relación no debe ser una simple relación cordial, deben
estar muy unidos. En un vídeo, Juan Trapero, preparador físico del Real Madrid
de baloncesto nos habla de su labor, y que es un trabajo conjunto al de Pablo
Laso, el entrenador. En los entrenamientos Pablo Laso imprimo un juego muy rápido
y con mucha velocidad, por ello Juan Trapero no trabaja la velocidad como tal,
pues puede producir sobrecargas en los jugadores. Si esta comunicación no
existiese la situación sería espantosa, porque se producirían sobrecargas,
lesiones y perderíamos jugadores importantes en partidos importantes.
El preparador físico puede detectar que jugadores se
encuentran más motivados, y esto lo debe saber el entrenador. Debe saber a que
rival se enfrentan el fin de semana, y debe estar en los entrenamientos, así
podrá ver la intensidad y en un momento determinado puede avisar al entrenador
y decirle, estas metiendo mucha carga, vamos a llegar cansados al encuentro. Esa
comunicación es de vital importancia.
Obviamente el entrenador es el máximo mandatario del equipo,
por ello atenderá las cuestiones que le diga el preparador físico, y luego el
decidirá en última instancia.
El entrenador no sólo es el máximo mandatario, sino que
también es el que le demanda al preparador físico que trabajar. Me explico, un
jugador juega 5 minutos en un partido de baloncesto y se encuentra muy cansado,
puede ser que el preparador físico lo detecte y trabaje el aspecto aeróbico con
ese jugador. Por otro lado puede suceder que el preparador físico no lo detecte
y el entrenador sea quien le diga, trabaja el aspecto aeróbico con este jugador
que se cansa enseguida.
Estas demandas además de sucederse de un modo individual,
también se pueden suceder de un modo colectivo. Por ejemplo, el entrenador
puede decir, quiero un juego más rápido, quiero que los jugadores sean más rápidos,
y el preparador físico tiene que trabajar la velocidad.
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