Hoy
me gustaría abordar un tema muy interesante, que perjudica a muchas personas
del entorno de un club y con el que nos enfrentamos muy a menudo, por
desgracia. Me estoy refiriendo a las frases típicas de:
-
Mis
padres me han castigado sin baloncesto, por suspender.
-
No
puedo ir a entrenar, porque tengo que estudiar.
En
la primera de ellas, no debemos olvidarnos, como dice Pepu Hernández en una de
sus charlas, que cuando alguien, participa en un deporte y forma parte de la
disciplina de un club, adquiere un compromiso. Una responsabilidad que abarca,
desde que comienza la temporada, hasta que finaliza. Normalmente suele durar
desde Septiembre a Mayo, coincidiendo con la etapa escolar.
Por
lo tanto no podemos permitir, romper ese compromiso, porque en primer lugar nos
perjudicamos a nosotros mismos, ya que no obtendremos beneficios que nos aporta
la práctica deportiva. En segundo lugar, estaremos faltando al respeto a
nuestros compañeros, los cuales si están cumpliendo con su obligación.
Finalmente, tiraremos por la borda el trabajo preparatorio del entrenamiento
del entrenador, quien puede haber planificado el entrenamiento para 10
jugadores y encontrarse con 9 entrenando.
Yolanda
Cuevas, muestra y explica que el castigo llamado “Te dejo sin…” no es nada
efectivo en absoluto. Para que algo sea castigo educativo, debe ser algo que le
suponga esfuerzo, y no lo contrario. Si lo castigamos sin entrenar, no tendrá
que hacer el esfuerzo de ir al pabellón, y además dejará de hacer sus
obligaciones.
La
segunda frase, es muy típica, sobre todo en jóvenes adolescentes, que cursan el
bachiller, una etapa muy conflictiva, debido a la necesidad de sacar buena nota
para ir a la Universidad deseada y a la carrera deseada. Y en muchas ocasiones se ven sin tiempo suficiente, para todos sus compromisos.
Antes
de nada me gustaría destacar una frase de Xesco Espar en su libro “Jugar con el
Corazon”.
LA VERDADERA LIBERTAD NOS LA DA LA AUTO-DISCIPLINA.
Todas
las personas piensan lo mismo, la libertad es hacer lo que me da la gana,
acostarme a la hora que quiera, levantarme cuando me plazca. Eso no es grave,
porque todos hemos sido jóvenes, pero hay que respetar unos límites, debido a
que tú libertad termina donde empieza la mía.
O
bien enseñamos a los adolescentes a auto-disciplinarse o serán disciplinados
por otros. Esto es referido a su vida personal, pero es tan importante como
cumplir con tus obligaciones, compromisos y tener un orden, es una enseñanza de
vida. Si aprenden a estructurar sus vidas, de cara a objetivos beneficiosos,
esto les permitirá manejar sus vidas y tendrán libertad para elegir su camino.
Bien
es cierto que el deporte es un hobbie, algo con lo que disfrutan, pero también
es un aprendizaje de lo que es el fracaso y éxito, el trabajo duro, la
perseverancia, el compañerismo, el compromiso, el trabajo en equipo y otra
infinidad de valores que nos aporta.
Para
finalizar me gustaría destacar que numerosos estudios científicos, muestran que
los niños que más deporte o actividad física practican, son quiénes sacan
mejores notas en su formación académica. Cabe destacar, sobre todo a los
atletas, personas que entrenan muchas horas, y que su rendimiento se ve
determinado por unas simples décimas de segundo. Frío, lluvia y viento, son
condiciones climatológicas que deben soportar día a día; y que a su vez les
hacen madurar, para llevar los valores citados anteriormente a su vida
estudiantil, y cumplir de este modo sus objetivos académicos.
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